jueves, 2 de agosto de 2012

ÚLTIMOS RETOQUES

Queda poco para cerrar el equipaje, pero seguimos haciendo cambios, aún con los cojones de corbata como los tenemos ahora mismo ante lo que se nos viene encima .

Por un lado, hemos solucionado un error que -en medio de la emoción- habíamos cometido en la fecha de entrega del coche en LA. Sin mayor problema, se cambió la reserva de 22 a 21 días, con la devolución de la diferencia de pasta (que acaba de llegar a mi cuenta, todo hay que decirlo). Interesante es, que sin orden por nuestra parte, automáticamente el tipo de coche ha cambiado. Ahora la agencia de alquiler, en lugar del Chevy Trailblazer, nos dará un Grand Cherokee o similar (ojo con el "o similar").

Olvidaos del SRT8, pero la foto mola eh?

Mal y bien a la vez, me explico: mal porque el Grand Cherokee lo vemos en España a la vuelta de cada esquina y el Chevy es más molón; pero bien porque, pensando con la cabeza, el Jeep es mejor coche para el Coast to Coast. Su motor de 3.600cc rueda hasta 6 millas más con cada galón que el del Trailblazer, lo que se traduce por un lado en mucha más autonomía (hasta 500 millas) y por el otro, en un ahorro de unos $250 al llegar a las costas de California. Y eso son buenas noticias viendo cómo está el dolar y cómo el galón ha subido ligeramente de precio en las últimas semanas.

Otro cambio que hemos metido tiene que ver con la ruta. Dándole unas cuantas vueltas, hemos concluido que no tiene mucho sentido pasar por Houston si no tenemos ninguna parada interesante prevista allí. La etapa nos expone a los atascos monumentales en las afueras de una ciudad de más de 2 millones de habitantes motorizados con Fords F-250. Así que siguiendo la filosofía del Coast to Coast, nos vamos a meter a la aventura.


Así que a unas 200 millas de Nueva Orleans, dejaremos la Interestatal 10 y nos meteremos hacia el interior de Texas, cruzando el East Texas Oilfield, el campo de petróleo más extenso del país. Pasaremos por la capital del fuel de USA, Kilgore, sumergiéndonos hasta las orejas en el estado de la estrella. Buen momento para recordar aquello de "Don't mess with Texas".


Este cambio nos ahorra sobre el papel alrededor de 60 millas, aunque al salirnos de las interestatales, es probable que no ganemos nada de tiempo. Lo que está claro es que seguro que hace la experiencia Texana más interesante.

Para terminar, queremos mostrar una vez más el infinito agradecimiento gorilesco a nuestros anfitriones en San Francisco. Nos van a dar consejo y fonda en la ciudad en la que más tiempo vamos a detenernos. Gracias, chicos.

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