lunes, 23 de julio de 2012

A DOS SEMANAS DE EMBARCAR


Exactamente, nos quedan menos de quince días para llamar a un taxi, meter el equipaje en el maletero y decirle al chófer: "jefe, al aeropuerto", en lo que serán los primeros de los veintipicomil kilómetros que nos esperan.

Los temas importantes van quedando cerrados, y aquí os vamos a mantener un poco al corriente.



Como iréis viendo, lo primero de todo es que a partir de ahora el blog deja de ser una guía de viajes informativa y lo convertiremos en lo que debe ser: un buen cuaderno de viaje. Intentaremos ir contando cada día las millas que pasarán por la ventanilla, los personajes que se crucen en el camino gorilesco, y las historias que pasen sobre la línea amarilla. Lo utilizaremos a modo de teléfono lowcost, porque como le demos mucha cera al móvil incrementaremos los beneficios de telefónica en un 860% durante agosto. Y no, ayer me bajaron el sueldo y estoy indignado.

Al lío, lo importante: la documentación. Ya están hechos los cuatro ESTA. Previo pago de $14 por barba, el tío Sam nos ha dado el visto bueno para embarcarnos en un avión rumbo a la Florida. Bien, otra cosa tachada de la lista.

Por otro lado, los permisos internacionales: el Señor Barrenos y éste que escribe ya hemos pasado por ventanilla. Tras haber abonado casi 10€, nos han sellado un cartón añejo cual pasaje de embarque en el Titanic, y de un tamaño suficiente para echarse a dormir debajo de un puente, donde dice que sí, que yes, que we can drive on your roads.

Recientemente hemos encontrado un hotel-chollopremio en Nueva Orleans, donde por poco más de 60€ cada uno dormiremos dos noches a todo tren, y a cuatro calles de Bourbon Street. Sólo queda moverse un poco y solucionar el tema en San Francisco, ya sabéis que el resto de noches vamos a la aventura (con unas buenas listas de alojamientos bajo el brazo, pero a la aventura).

En el tema económico: estamos jodidos, muy jodidos. El euro lleva unos meses arrastrándose de pájara y no levanta cabeza. Hoy acaricia el mínimo cambio de los últimos 6 o 7 años, y ya no tiene mucha pinta de remontar el vuelo en las 2 semanas que quedan.


 
Desde abril estás que lo rompes, macho...

Por otro lado, nuestros bancos nos cobran un amigable 2% de cargo en cada compra en que tiremos de tarjeta; y para colmo, nuestra única alegría, el buen ritmo que llevaba el precio del galón de gasolina, ya no es tan bueno y empieza a ponerse cuesta arriba... magnífico. Nos veo haciendo eco-driving con nuestro V8.

Pequeñas menudeces de última hora nos esperan con largas discusiones. Me refiero al equipaje. Como ya sugeríamos en anteriores entradas, no vamos a ir con tres semanas de ropa limpia encima, porque habría que alquilar un remolque y sherpas en cada motel. Sabemos que acarrear poco equipaje nos va a facilitar cada día y que 3, 4 o 5 coladas habrá que hacer. Pero en un viaje en el que pasaremos de los 31ºC caribeños de Miami a los 50ºC de Death Valley y de ahí a las noches de 11-12ºC de San Francisco, hay que darle unas cuantas vueltas al tema.


Además, queda por solucionar algún tema menor, como lo de los transformadores de corriente, lo de la música... chorraditas de última hora de esas que te recuerdan que ya no queda nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario