miércoles, 28 de marzo de 2012

INMERSIÓN LOCAL (PARTE II)

Empieza a hacer bueno en nuestra "Piel de Toro", sentarse detrás de la pantalla del ordenata es cada vez más difícil, no porque las ganas de escribir se difuminen...sino porque los amigos lian a uno a hacer planes diversos y variados siempre alejados del ordenador y del blog...pero ¡no pasa nada!, aquí estamos otra vez... 


Nos habíamos quedado escapando de las negras gordas pinchando alfileres a nuestros muñecos vudú. Seguimos avanzando por una autopista de Louisiana hacia el occidente, hacia Texas. Pronto nos reciben las bombas de extracción de petroleo y las vacas que pastan tranquilamente en los prados sin saber que en 2 dias van a acabar en el sobredimensionado tracto intestinal de un obeso mórbido de las afueras de Austin.

¿ese Mc Flurry es pa mi también?

¿Cuál es el principal problema de Texas? (siempre obviando a Walker-Chuck Norris, que es problema y solución de todos los males). Pues principalmente los grandes rancheros texanos del petróleo y los sheriffs de los condados.

Los primeros, los rancheros texanos se identifican fácilmente. Si te los encuentras en la carretera normalmente van a los mandos de un gran Cadillac descapotable de las últimas décadas del siglo pasado. En el capó llevan un cráneo vacuno con su correspondiente cornamenta de rigor con 5** EuroNCAP, mientras que en el maletero llevan el cadaver de algún activista medioambiental que le ha descubierto el "bacalao" de su atentado ecológico (normalmente residuos nucleares).


Si nos encontramos a los rancheros texanos en un Bar, Dinner o Breakfast, le reconoceremos por su indumentaria especial que paso a detallar a continuación: las botas, de punta y de piel de reptil (si está en peligro de extinción mejor), los pantalones blancos, ajustados y bien subidos, siempre con el percal masculino todo hacia un lado, que se note, la camisa siempre tiene que ser blanca o negra, nada de concesiones al color. Es importante cerrar la camisa hasta el último botón y decorarla con una corbata-cordaje con un sello de oro. Sobra mencionar el sombrero a juego con el resto de ropa. Cuanto más claro sea el traje, más "pez gordo" será el ranchero. De eso sabía mucho Burt Reynolds.


La otra cara de la moneda son los sheriffs. Normalmente suelen estar comprados por los rancheros, de ahí su problemática. Son menos peligrosos que sus jefes pues SIEMPRE padecen obesidad, conducen muy mal y suelen estar comiendo en el momento de la acción. Aun así, mucho ojo con ellos...que no van descalzos...

Todo esto no supondrá mayor problema con nuestros sombreros texanos y nuestras gafas de Elvis, sin duda pareceremos oriundos de Houston, sobre todo el Señor Tuercas con ese tupé que acostumbra a llevar...

Al salir de Texas dirección Utah nos encontraremos con nuestros grandes amigos los moteros pañueleros, que vendrán desde Chicago dirección Los Ángeles. Si tenemos suerte de adelantar a alguno seguro que se llevan algún calvo desde la ventanilla de nuestro SUV. Mientras tanto, y dedicado a todos aquellos duros y terroríficos moteros pañueleros de Murcia, Jaen, Vigo o Huesca, un temazo y unas cuantas ideas para vuestra indumentaria auténtica.


Ah! y un consejo, si véis que viene un SUV detrás con cuatro gorilas dentro, bajad la pantalla del casco, es posible que algo caliente y desagradable os manche la visera...
Los moteros pañueleros habrán tomado ruta hacia la puesta de sol. Nosotros sin embargo tomaremos ruta hacia Utah. Allí nos cansaremos de ver hippies trastornaos con caravanas destruidas intentando encontrar el camino de su vida mientras se dedican a romperse huesos practicando deportes de riesgo. Esta gente no resulta problemática, son folklóricos de la vida que no hacen daño a nadie, pero bueno, tendremos que dejarles buen recuerdo del spanish lifestyle con los coches de alquiler en las explanadas de tierra de Monument Valley...

 John, cagonROSS!!¿¿qué es esa nube de polvo que se acerca por el fondo?

 Trastornaos de este calibre abundan en Utah

Salimos de Utah, apedreados por los escaladores perroflautas y nos dirigimos raudos y veloces a la ciudad de las luces, a Las Vegas. Es probable que aquí nos encontremos con algún redneck de vacaciones. Aquí se identifica muy fácil a los turistas, ya que, al igual que en España, utilizan camisas de manga corta con alegorías vegetales estampadas y sandalias con calcetines.


Estos turistas no miden sus vacaciones en Las Vegas en días, sino en dólares. Es por ello que, cuando se van de su casa no dicen: "me voy de vacaciones a Las Vegas durante 5 días" sino que utilizan la fórmula "me voy de vacaciones a Las Vegas hasta que joda estos $4000". Cuanto más entretenimiento y espectáculo, menos días de vacaciones, mientras que cuanta más piscina y buffet libre, más días...tan sencillo como eso.

No nos podemos olvidar de los geniales Elvis que pululan por allí. Si es verdad que Elvis sigue vivo, seguro que está paseando por el Strip y partiéndose el ogete de los imitadores que por allí se pueden ver. Para muestra, dos botones por el precio de uno:

"we can go on togetheeeer, with a bocataaaa"


Salgamos ya de Las Vegas. Vayámonos de una vez dirección California a quitarnos la polvareda después de muchos miles de kilómetros sin ver el mar. Pronto aparecerá ante nuestros ojos el Pacífico bañando la ciudad de San Francisco.

 

San Francisco es (como muchos sabréis piratillas) la ciudad gay por excelencia. Por lo tanto no será de extrañar ver locuelas disfrazadas por la calle. Será entonces cuando debamos sacar del fondo del maletero del SUV nuestros grandiosos sombreros texanos y gafas de Elvis al más puro estilo Cowboy de Medianoche. Seguro que no desentonamos entre la población local.
 
máxima vigorexia y pirateo, el paraiso del Señor Tuercas

Como podéis ver, nuestros físicos privilegiados volverán a jugar en nuestro favor a la hora de conseguir la tan ansiada inmersión local que buscamos.

Abandonemos pues San Francisco, para seguir costeando por la CA-1. Pongamos el capó del bicharraco rumbo al sur. Nuestra última parada será Los Ángeles.

negratas, autopistas, SUVs...yeah! this is LA man!!

¿Queréis estereotipos? Muy bien. Nuestra última parada es un jodido estereotipo en sí misma. Entraremos por una de las grandiosas autopistas de chorrocientos carriles, con nuestro coche negrata, dejando guettos de niggers a los dos lados de la carretera.

GPS: -"...a 100 metros, gire a la derecha..."

Una cosa está clara, los niggers son muy graciosos y unas risas desde España. Nos partimos el culo jugando con CJ en el San Andreas tirándole desde el helicóptero con el paracaidas y viendo las imágenes de Forocoches con los negratas comiendo en el KFC, pero...ahí, como diría el Cigala "la cosa cambia" y es que hasta el más tonto va armado con un AK47 o un subfusil de asalto. Las risas las dejaremos para la vuelta y las fotos las haremos con cuidado...queremos devolver el coche intacto sin balazos.


Si conseguimos salir vivos de Los Ángeles, volver sanos y salvos, y ver a toda esta fauna de personajazos durante nuestro viaje, tened por seguro que me encargaré personalmente de hacer una post-entrada en este blog que se llame "Inmersión Local vol.2" en la que veáis esto mismo pero con fotos propias. Y es que nuestra infancia y juventud se ha visto marcada por estereotipos yankees...tenemos que ¡¡¡IR, BUSCARLOS y ENCONTRARLOS!!!




2 comentarios:

  1. Jejejeje, este par de entradas es el equivalente al "spanish mucho vino bueno, toros, paella, ole-ole..."
    Hay que haberse tragado muchos capítulos de El Coche Fantástico o El Equipo A y haber metido miles de horas al San Andreas para llegar a este nivel de frikismo.

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  2. Tío qué morriña me ha dado ver el vídeo del San Andreas...

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