viernes, 13 de abril de 2012

DE CAYO A CAYO POR LA OVERSEAS


Poca presentación le hace falta a este argumento: está claro que si te vas a embarcar en un viaje de 8.000 Kilómetros en coche es porque te gusta conducir. Y para que conducir te guste, dos cosas son fundamentales:

Por un lado el aparato que conduces no puede ser una castaña soviética de hace 40 años con olor a gulag, frenos de bicicleta, suspensión de gelatina, y caja de cambios de tractor.


Y por el otro lado, el lugar por el que conduces tiene que dibujarte una sonrisa de gilipollas según vas tragando kilómetros, bien sea un puerto de montaña revirado, un circuito para quemar goma, o algo como lo que tratamos en esta entrada, una carretera de esas que trasciende el concepto clásico, algo que hay que ir a visitar expresamente, y no porque lleve de la ciudad A al pueblo B: La Overseas Highway.


Esta autopista monumental discurre a lo largo de 181 Km desde Key West hasta los alrededores de Miami, dejando a un lado el Golfo de México y al otro el Atlántico. Su singularidad hizo que fuera nombrada en 2001 Florida Scenic Highway. Y recientemente ha recibido el honor de ser reconocida como All-American Road, lo que va un paso más allá. Para llegar a ser All-American, las carreteras deben tener unas características especiales de manera que (oficialmente, y no sólo para freaks como nosotros) merezca la pena coger el coche y recorrerlas porque sí.




En este caso, los puentes de varias millas de longitud sobre las aguas caribeñas, los cayos sembrados de palmeras, las puestas de sol sobre el golfo, los manglares, los delfines, los garitos de marisco que la flanquean… parecen razones más que suficientes para que millones de personas cojan el coche y vayan y vuelvan por esta carretera cada año.

La Overseas aprovecha tramos de lo que fue en su día una línea de ferrocarril que entró en funcionamiento en 1912. Un huracán se llevó por delante importantes secciones en 1935, de manera que la compañía que la explotaba no pudo afrontar los gastos de su reparación y tuvo que vender lo que quedaba de la línea al Estado de la Florida.


Años después se comenzó su reconstrucción como carretera, abandonando a un lado algunos de los puentes del antiguo ferrocarril, por estar demasiado dañados o por no tener la anchura suficiente para meter la carretera a través de ellos. Y más recientemente, allá por los 80 (con Sonny Crockett regalándonos glamour policiaco), la autopista fue reconstruida, incluido el famoso Seven Mile Bridge.


El Seven Mile Bridge es la obra más destacada de esta autopista. Como su propio nombre indica (no se han partido el cráneo) recorre casi 7 millas sobre el mar, conectando Knight’s Key con Little Duck Key.

El antiguo Seven Mile cortado a la salida de Pigeon Key. Imagino que para que nadie venga a echar piques o se metan a probar la velocidad máxima de su Corvette... qué lástima.

Actualmente hay dos puentes: el antiguo de 1912, hoy cortado, que se conserva prácticamente entero pero que ahora ya sólo se usa como acceso a Pigeon Key y para que los jubilados yankees tiren la caña; y el moderno, terminado en 1982, construido en el lado atlántico del antiguo, y que es por el que discurre el tráfico. Ambos puentes son casi paralelos, aunque el nuevo ya no pasa por Pigeon Key.

Pigeon Key

El nuevo puente tiene 440 vanos casi a ras de agua, aunque como se ve en la foto, en el centro se eleva 20 m para facilitar el paso de las embarcaciones. No permiten alegrías con el acelerador que te lleven más allá de 55 Mph, pero también tiene un límite mínimo de 40. Así que cruise control y pista, no es el momento ni el lugar para perder tiempo mirando un velocímetro.

Otra de las imágenes que nos han calentado para montar este viaje

Después de la parrafada, viene la pregunta: ¿Y qué haremos nosotros por aquí? Pues creo que no llegaremos hasta Key West, porque ir y volver desde Miami pasa de los 500 Km, aunque con el palote de recién aterrizados igual se nos cruza el cable. En Key West no tienen nada muy especial que ofrecernos aparte de más paisaje caribeño, y un pegote de hormigón gigante que marca el punto más al sur de EEUU. Si aquí te tiras a nadar hacia el sur, en 90 millas habrás llegado cerca de la Habana.


Por otro lado, iremos parando, haciendo el chorras, pillando atascos (y es que aunque se llame highway, sólo tiene un carril para cada sentido en muchos tramos)… de manera que con cruzar el Seven Mile Bridge y dar la vuelta en Big Pine Key por ejemplo, será suficiente para nosotros, que ya son 300 y pico Km. La zona de los cayos (Key Largo – Islamorada – Marathon – Big Pine Key & Lower Keys y Key West) está masivamente dedicada al turismo, así que mientras recorremos la Overseas nos veremos rodeados de escuelas de buceo, chiringuitos de mojitos, restaurantes de marisco, puertos deportivos y mansioncillas de jubilados. No esperéis grandes monumentos o interesantes museos, porque sencillamente no los hay.

No, si bueno estará... pero no me lo compares.

Pretenden vender como gran atracción el garito donde se rodó la película Key Largo, con Humphrey Bogart y Lauren Bacall… pseeee, y seguramente el marisco sea una mierda comparado con el que tenemos en Galicia o el Cantábrico (veo que a cualquier cangrejillo lo tratan como una grandísima exquisitez). Nosotros no hemos venido a la Overseas a eso… aquí lo que hay que hacer además de rodar sobre el agua es esperar al atardecer, hacerse con una cerveza helada y regalarle algo como esto a la vista:


Si hubiera más tiempo, que no lo va a haber, la zona de los cayos es un santuario del buceo. En Cayo Largo, metiéndonos un puñado de millas hacia el Atlántico nos encontramos arrecifes de coral, y podríamos bajar a ver el USS Spiegel Grove, hundido en 2002 para formar un arrecife artificial:


O el Cristo del abismo (amigo, cómo acojonas):


Cerraremos este primer día volviendo sobre nuestros pasos hacia Miami, y este será el momento en el que empezaremos de verdad a quitar millas entre nosotros y el Pacífico. La Overseas es fundamental, pero hay que reconocer que recorrerla no tiene mucha lógica si de llegar a California se trata. ¿Pero qué más da?

Como bonus track aquí os dejo un par de vídeos sobre el tema, con una carrera muy interesante...







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